Recomendación.

Se recomienda empezar por el principio, todo cobra su sentido entonces.

martes, 23 de febrero de 2010

Capítulo 5.

- Querido diario, mañana quince de Enero del dos mil diez, cumpliré diecisiete años. Tomaré tu silencio como una felicitación, ¡gracias! jaja. Bueno, este año voy a hacer una fiesta, sabes, creo que va a ser muy especial. Invité a toda la clase, por el tema de que si invitaba a unos y a otros no, pues bueno, me quito de encima los problemas. La pena es que tenga que venir Pedro, ese chico nunca trama nada bueno, y es que en serio, le odio. Siempre está igual, chinchandome. Lo que pasa, es que despues de tantos años, sigo sin comprender por qué. Espero que esta noche no me jodan la fiesta el y sus amigos, porque no se lo perdonaría jamás, lo juro. Bueno, cambiando un poco de tema, que me estoy cabreando yo solo jeje, mis padres me van a regalar un móvil nuevo, estoy deseando de tenerlo. Tampoco hay nadie en especial a quien llamar, pero bueno. Además tengo examen de mates, a última hora de la mañana. Creo que me lo sé, pero no me fio en exceso tampoco. Al final, solo he estudiado tres horas, con la emoción de la fiesta y eso. Por cierto, ¿sabes quien va a venir a la fiesta? ¡Exacto! Va a venir Ana. Es el día más feliz de mi vida, en serio. Llevo años soñando con este momento, es preciosa, es única, es hermosa. Con solo mirarla se me para el corazón, pierdo la razón y el sentido, me vuelvo lento... es perfecta.
Además, la he visto como me mira, y creo que yo tambien le gusto. El otro día, me dijo que le parecia mono, ¡yo a ella le parezco mono! jeje. Bueno, creo que esta noche no nos veremos, puede que la fiesta se alargue más de lo esperado. De todas formas, mañana te cuento. ¡Hasta mañana!

Y con esas dos palabras tan simples, cerró el diario. Esa mañana, se había despertado dos horas antes para estudiar matemáticas, pero no pudo resistir sin hablarle a su mejor amigo, su diario.
Nadie le conocia mejor que él, pero mantenia la esperanza de que algún dia, apareciera alguien que le entendiera de verdad. Se levantó de la mesa con sumo cuidado, procurando no hacer ruido alguno, ya que eran las siete de la mañana, y no quería despertar a su padre. Su padre, llegaba muy tarde de trabajar, o demasiado temprano, depende como se mire, y llegaba realmente agotado a casa. Él siempre intentaba no hacer ruido para no despertarle y dejarle descansar, al fin y al cabo, se merecía ese descanso. Pero para su sorpresa, cuando bajó, el tíbio olor del café mañanero le agudizó el olfato. Cuando llegó, un plato rebosante de tortitas le esperaba en la mesa, junto a una gran taza de café. Sentado enfrente del plato, esperba adormilado su padre, con un paquete de un tamaño mayor que el de un móvil, lo cual le descuadró aún más la escena.

- Felicidades grandullón.
- Gracias papá.
- Toma - haciendole entrega del regalo- ábrelo. Espero que te guste.
- No hacia falta que me compraras nada, pero gracias.

Desenvolviendo con mucho cuidado el papel de regalo, rojo y azul, como si de una muñeca de porcelana se tratara y retirandolo del paquete, se pudo reflejar en su rostro una mezcla entre decepción y curiosidad.

- ¿Un libro de poesía?
- Exacto, en la librería me dijeron que es muy bueno.
- Sabes que no me gusta la poesía...
- Esta te gustará, te lo aseguro.
- Mmm, que raro, no sale ningún autor.
- Es que no lo hay, es anónimo.
- Pero si son tan buenas, ¿como pueden ser anónimas? ¿acaso no quería ganar dinero el autor?
- Lee la primera hoja.

Así lo hizo, levantó la portada, y dejó al descubierto, un folio blanco prácticamente en su totalidad, con unas letras gravadas en el centro:

"Para los que como yo, basaron su vida en lo real, dejando de lado lo material y superficial, creyendo en el humano, y en su mente, como único artífice de su desdicha"

- ¿Que significa esto?
- Algún día lo entenderas.
- ¿Me obligarás a leermelo?
- Yo no, te obligarás a leerlo. Y ahora, desayuna que se te va a quedar frío.

Esa mañana, sus padres le llevarían al colegio. Normalmente, solía ir en el tren, pero esa mañana, no quería cruzarse con Pedro. Suficiente con que tenía que aguantarle esa noche.
Entonces, recordó que hoy llegaba un nuevo alumno a clase.
- ¿Me felicitará? Seria un puntazo.
Pensó.
Cuando terminó el desayuno (su padre ya estaba dormido de nuevo por entonces) subió a la ducha, una vez hubo terminado de darse su ducha caliente, fue a la habitación, la cual ordenó antes de marcharse. Una vez vestido y aseado, se dispuso a entrar en el coche, y realizar su triunfal llegada a clase...

3 comentarios:

  1. Me gusta. Tienes muchas faltas de ortografía, que habría que corregir, pero me gusta, me ha enganchado (y no lo digo de broma). Me pregunto quién será Pedro... y quién será ese profesor de matemáticas tan cantamañanas que te pone un examen el día de tu cumpleaños.

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  2. Jaja, si lees los otros capitulos, tiene más logica la historia jaja. Me alegro de que te halla gustado, y las faltas, bueno, es un problema que viene de lejos jaja. Gracias por comentar Jose Miguel!

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  3. jajaja el de las faltas "alvino" jaja muy bueno tio, sigo enganchado.

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