Recomendación.

Se recomienda empezar por el principio, todo cobra su sentido entonces.

domingo, 21 de febrero de 2010

Capítulo 3.

"... son las siete de la mañana, una hora menos en Canarias. Amanece un nuevo y lluvioso día de Enero. Recuerden circular con precaución debido a las malas temperaturas, y pasen un buen día.
Bueno, que nos va a contar...."
Un manotazo preciso dejó mudo al locutor de dentro del despertador. Esa mañana se había quedado dormido el Sol, y había dejado que las nubes amanecieran encima de su casa. Pedro se habia despertado cabreado esa mañana . Por un lado, tenía el examen de matemáticas, el cual no se habia preparado nada. Ayer por la tarde no tuvo tiempo, estubo hechandose la siesta matutina, y por la noche, a entrenar. Entre medias, inumerables horas de "tuenti" e Internet en general. Por otro lado, estaba contento, puesto que era viernes, y el los viernes los aprovechaba al máximo. Ese viernes en concreto, era especial. Era el cumpleaños de Rodri, un compañero de clase, y había organizado una fiesta, a la cual invitó a toda la clase. Era de conocimiento popular, que Rodri no solía celebrar fiestas, es más, no preparaba fiestas por que no tenía a nadie a quien invitar. Nunca había sido un chico muy social, su metro cincuenta de estatura, y sus quilos de más, habían sido siempre objetivo de mofas he insultos. Además, el ser el favorito de los profesores, por su impresionante capacidad para el estudio, siempre había creado un halo de envidia a su alrededor, convertido en verdadero odio con el tiempo.
Nunca antes había celebrado su cumpleaños, pero era su diecisiete cumpleaños, y lo consideró como una fecha especial.

Lo que le tenian preparado, iba a ser impresionante. Eso enseñaría a Rodri, a no ser tan inteligente, ya que los fuertes sobreviven, no los listos.
Su filosofía, le llevó a perder cinco minutos de su tiempo tumbado en la cama, mientras pensaba. Sin más dilación, se incorporó, y bajó a desayunar. Puso la tele, estaban puestas las noticias, las cuales quitó rápidamente. No tenía ganas de ver desgracias por la mañana, bastante preocupado estaba ya por que la broma saliera bien esa noche, bueno, y por el examen.
Puso un poco la radio, y mientras escuchaba la música, deboraba su tostada recién hecho. Se lo había preparado su madre, junto con el café. Ella no tenía que levantarse hasta dentro de una hora, pero se despertaba para hacerle el desayuno. Tan pronto como terminó de desayunar, subió a ducharse. El agua fría por la mañana, despejaría su cabeza. Cogió el reproductor de música, y dejó a la elección del móvil lo que escucharía esa mañana. Salió de la ducha tras media hora de cantes desafindos y el retumbar del agua contra el plato de ducha, y se fue en dirección a su cuarto. En el trayecto, mantubo sus cuerdas bocales cantando las canciones que el reproductor dictaba a su libre albedrio. Seguramente despertaría al resto de la familia, pero no le importaba mucho.
Una vez en su cuarto, cogió la ropa, y mientras seguía cantando, se cambió. Hizo su mochila, bajó las escaleras y se cepilló los dientes. Su madre le esperaba abajo en la cocina. Tenía pinta de no haber pegado ojo en toda la noche, pero ya la preguntaría por la tarde, ahora tenía prisa para no perder el autobus.

-¿Llevas todo Pedro?
-Si, lo he cogido todo.
-¿El ticket del tren y todo?
-¡Que sí coño!

Se hizo el silencio y ambos entraron en el coche. La lluvia seguía cayendo, despues de una noche de trabajo sin descanso. El camino de su casa al tren no era excesivamente largo, pero seguramente, se le hizo eterno. Ella sabía todas las cosas que hacía su hijo fuera de casa, sabía que no había estudiado para el examen, que seguramente lo suspendería, al igual que los anteriores. Al igual que sabía lo que iban a hacer con Rodrigo esa tarde. Si pudiera cambiar a ese ser que tenia de hijo, aunque fuera solo un dia, por Rodrigo...

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